Si hay niños en el coche, evita que manipulen el transmisor para prevenir daños al dispositivo o distracciones durante la conducción.
No intentes abrir o modificar el transmisor. Si presenta problemas, consulta con el fabricante o un técnico especializado.
Si experimentas interferencias con otras señales, ajusta la frecuencia del transmisor para garantizar una experiencia auditiva clara.
No expongas el transmisor a líquidos. Si se derrama algo sobre él, desconéctalo inmediatamente y sécalo completamente antes de volver a usarlo.
Si el transmisor tiene un cable auxiliar o de carga, mantén los cables organizados y lejos de pedales u otras partes móviles del coche para evitar accidentes.
Algunos transmisores consumen energía incluso cuando el coche está apagado. Retíralo para evitar descargas de la batería del vehículo.
No expongas el transmisor a temperaturas muy altas (como las que se generan al dejar el coche al sol) o bajas, ya que esto puede afectar su funcionamiento.
No manipules el transmisor mientras el vehículo está en movimiento. Configura las frecuencias y ajustes antes de iniciar el trayecto o detente en un lugar seguro.